No puedo creer que ya ha pasado un año que me he mudado a Costa Rica por 10 meses con mi esposa Melanie. He sido tan afortunado de vivir en el extranjero, no mencionar en un país como Costa Rica.
Es imposible explicar lo que esos meses en Centroamérica significó para mi y no sólo por mis habilidades débiles en español.
Cuando pienso en mi tiempo viviendo en Costa Rica, pienso primero en el aire. Hubo un cierto olor en el aire que no puedo explicar correctamente. Algo fresco y cálido. Se pone siempre una sonrisa en mi cara. Algunos de mis recuerdos favoritos son simplemente sentado afuera en el balcón con Melanie, sorbiendo café debajo de la sombra de los árboles ofreciendo generosamente protección del fuego lento del sol.
El pueblito Ciudad Colón también fue fantástico. Siempre voy a preferir vivir en una ciudad, pero ya no puedo esperar a pasar una semana de vacaciones en el hotel, justo una cuadra arriba de la calle desde vivimos. Igualmente, no puedo esperar a visitar a nuestra mamá y nuestro padre Ticos, quien han dado bienvenida a los extranjeros en su propiedad por muchos años.
Ellos estaban siempre dispuesto a ayudarnos con cualquier cosa y nos invitaron muchos veces a su casa para tomar cerveza y pasar tiempo con la familia. Nunca voy a olvidar que veíamos un partido de fútbol americano con ellos y mis suegros de visita, mi papá Tico mirando cerca a la pantalla, tratando con todos de sus esfuerzos entender el deporte. Después de que ha pasado como una hora, él decía, “No entiendo.” Bueno, fue más chistoso en el momento que ahora, supongo.
También, siempre voy a recordar las aventuras que yo era capaz de tener con mi esposa maravillosa, quién estuvo dispuesta a seguirme a Costa Rica a pesar de tener su propia vida en los Estados Unidos. Le debo más de lo que puedo escribir o decir. Bocas del Toro, Guatemala, El Salvador y por supuesto todo de Costa Rica, estoy tan agradecido de tener una compañera como ella conmigo, mientras exploraba esta esquina del mundo tan increíble. He creído siempre que soy tolerable en pequeñas dosis, entonces ella merece una medalla por lo que ella soportó.
Si no los han visto ya, pueden ver algunos vídeos en YouTube.com/JoeBaur. Ahora sólo tengo al menos tres vídeos que necesito que editar, los últimos cubriendo nuestro tiempo en Costa Rica. Son la Península de Osa, Tortuguero y Monteverde. Pero en algún punto durante noviembre, espero que empezar a trabajar en un cuaderno de viaje, en el que cuente las historias de nuestras experiencias en centroamérica. Manténgase al tanto. Por eso y más doy las gracias de nuevo a Costa Rica por todo. Estaremos de regreso antes de olvidarnos del sabor de Salsa Lizano!
Andrea
August 17, 2015 at 9:23 pmPura vida
Joe
August 18, 2015 at 7:28 amMuchas gracias por leer!